Sentadillas ski: cómo se hacen y por qué las debes incorporar a tu rutina
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Si sueles entrenar, es altamente probable que las sentadillas clásicas y algunas de sus variantes formen parte de tu rutina semanal. Sin embargo, hay una opción que puede que no hayas explorado hasta ahora y que te dará excelentes resultados en poco tiempo. Hablamos de las sentadillas ski, un ejercicio imprescindible para tonificar las piernas.
Por supuesto, cualquier actividad física que se centre en los músculos del tren inferior fortalecerá tus piernas. Pero hay algunas, como esta variante moderna de las sentadillas tradicionales, que logra concentrar todo el esfuerzo en esos músculos importantes.
¿Cuáles son los beneficios de las sentadillas ski?
Entre las muchas ventajas de este movimiento destaca que se involucran grupos musculares como glúteos, cuádriceps y pantorrillas. Todos son claves para tener equilibrio y adoptar una postura óptima. Especialmente, si entrenas el tren superior y tienes pensado aumentar tu masa muscular de pecho, espalda y brazos. Entrenar las piernas evitará que sufras lesiones por el desequilibrio.
Por otro lado, una de las virtudes de las sentadillas ski respecto de las clásicas es que obligan a contraer el core y la espalda. Sumándole a eso el inevitable desplazamiento de los brazos, es uno de los ejercicios para entrenar las piernas más completos.
¿Cómo practicar esta actividad?
Debes pararte en una posición erguida, con los pies uno al lado del otro a la altura de los hombros y los brazos colgando a los lados. Si has ya hecho clases de ski en la montaña, la posición te resultará natural. Baja las caderas poco a poco doblando las rodillas tanto como puedas, hasta alcanzar el límite de tu resistencia. Es indispensable que la espalda se mantenga siempre en una línea recta, ayudándote para eso con los brazos. Así que mientras bajas, debes llevar los brazos hacia adelante para que queden verticales.
Para volver a la posición de inicio, estira las piernas lentamente mientras bajas los brazos para hacer contrapeso al tren inferior. Insistimos nuevamente en que la espalda debe permanecer erguida, firme y sin doblarse. Si no aguantas muchas repeticiones, puedes bajar sólo hasta la mitad del recorrido hasta que domines el ejercicio más acotado. Ve bajando más y más cada día.
Si por el contrario estas sentadillas ski te parecen demasiado simples, puedes hacerlas más complejas con un chaleco de pesas. Suponiendo que entrenes en casa y no tengas uno, recurre a las pesas o a las bandas de resistencia. O salta al final del movimiento.
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- Ejercicio Físico